miércoles, 29 de julio de 2015

Luchar por el medio ambiente mientras te ganas la vida.



Que yo consiga reunir dos kilos de latas solo paseando desde mi casa hasta la chatarrería donde las vendo y que las recoja por zonas pobladas e iluminadas, nos da una idea de la limpieza que hay en Camas. Y tengo que decir, que cuando voy buscando latas para vender, lo hago con un palo y un imán atado a él, tranquilamente, dando un paseíto y saludando a lxs conocidxs.

Pero estoy seguro de que esto lo hago en Sevilla o en cualquier otra población del Estado Español y el result...ado es el mismo, porque por desgracia, la cultura de este país, al igual que en los demás países del mundo, es la cultura del usar y tirar, cosa que a mí me beneficia, es verdad, pero que al final, nos llevará a cargarnos este planeta, ya que además de salvar el Polo Norte, el Serengueti y demás lugares legendarios y en verdad en peligro por la locura capitalista, también hay que salvar nuestra pequeña esquina del mundo.

Otra cosa que me impacta es la extrañeza de mucha gente cuando me ve recogiendo latas de las calles, puesto que consideran indigno ir recogiéndolas del suelo, a lo que yo contesto que menos robar, todo es digno, es más, yo les diría a la gente que lo está pasando mal, que se dedique a la recogida de latas, papel y cartón, ya que es una forma barata y cómoda de conseguir algo de dinero mientras buscan un trabajo mayor, y si quieren y se atreven, pueden pedírselas a amigxs y conocidos e incluso a bares y locales donde tengan confianza. En la zona del Aljarafe, hay un local de la Junta de Andalucía donde se pueden vender hierro, papel, cartón y aluminio.

Con todo esto, también sale a la luz, el negocio negro del reciclaje, ya que para mí, no está tan claro que tengamos que entregarle material que vale dinero a empresas privadas que van de que están luchando contra la contaminación y que si se investigara un poquito, veríamos como algunas, no pasarían los más dignos controles medio ambientales ni laborales... así pues, la próxima vez que nos bebamos una lata de refrescos, leamos un papel de publicidad o tengamos una caja bacía de cartón, tenemos que tener presente, que es dinero contante y sonante y que hay todo un gran negocio dispuesto a gestionarlo privadamente sin contar con nosotrxs.

Para terminar, quiero dar las gracias a todas esas personas que me están dando latas y demás metales para venderlos en la chatarrería y decirles que gracias a ellxs, estoy ya en posición de poder sufragar los gastos de mi parcela, consiguiendo así, que mi afición, sea sostenible.

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