jueves, 18 de junio de 2015

Nueva guerra fría, vieja política de nuevo.


Voy a coger la máquina del tiempo y viajar a antes de la caída del muro de Berlín para decir que ni con Rusia ni con los EEUU, porque no quiero proteger ese engendro intelectual llamado Occidente, que no tiene nada que ver con la realidad ni considero que el xenófogo Putin y su régimen personalista, luche contra el imperialismo yanqui ni europeo, es más, creo que Rusia quiere seguir con el imperialismo que ya practicó la URSS.

La noticia de que los EEUU van a ampliar el númer...o de tropas en la base de Morón, mandando al paro a más trabadores nativos y a ampliar las tropas en Europa del Este, solo me confirma que nunca ha terminado la guerra fría y que además de cambiar el nombre de uno de sus actores, se han incrementado el número de adversarios, ya que Francia y Alemania, están luchando de nuevo, por hacerse con el control de África y China está también luchando por entrar de verdad en America Latina y Arabia Saudí junto con Irán están ejerciendo su poder imperialista en Medio Oriente.

Todo esto confirma que el capitalismo clásico está más débil que nunca, porque las potencias clásicas, no consiguen dominar sus mercados y para eso tienen que implementar tropas en el territorio... Rusia está perdiendo control en Asia Central por culpa de Turquía, que se quiere apoderar del gas y el petróleo de las antiguas repúblicas soviéticas...

En este contexto viene tirando fuerte el TTIP y uno de sus demonios, como es el fracking, única forma para Europa de conseguir gas y petróleo para no comprarle a Rusia estas materias primas.
Nos van a querer vender la moto de que hay dos grupos enfrentados, uno es el de Occidente, con EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania (con sus satélites de la UE, Turquía, Arabia Saudí, Australia y Canadá etc etc) y por otro lado Rusia y China sus satélites, pero lo que de verdad está pasando es que estos dos frentes, que a la vez están peleando entre ellos, están moviendo las fichas para que sus multinacionales consigan el control de los mercados, por lo que la clase obrera del siglo XXI tiene que recordar lo que se decía en los años ochenta y noventa y decir que ni con occidente ni con Rusia, sino con la gente de abajo y que solo saldremos de esta espiral, cargándonos el capitalismo y uno de su demonios llamado fracking, porque si conseguimos que no se haga en ninguna parte del mundo, le daremos un gran golpe al capital.

Una forma de luchar contra esta nueva guerra fría, sería que los gobiernos que se están creando desde abajo, tanto municipales como autonómicos, es que estos se declaren libres de TTIP y que apuesten por otro tipo consecución de energía y por las nacionalización de las empresas de energía, para que esta esté en manos de la gente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario