jueves, 28 de marzo de 2013

El Campesino, un hombre libre...


 Subo esta biografía para recordar a uno de esos personajes que siempre han luchado por la libertad contra la dictadura viniera de donde viniera, pues este hombre, primero se enfrentó a las fuerzas fascistas en España y luego a las fuerzas stalinistas en la mismísima URSS, dando ejemplo de como tiene que ser una persona cuando quiere y lucha por un mundo mejor.





juan antonio gilabert gil

Orígenes


Valentín González González nació en el pueblo pacense de Malcocinado en 1904. Fue bautizado Carmelo Manuel, aunque fue registrado en el padrón como Valentín. Sus padres eran primos hermanos. El padre, minero-jornalero agrícola anarquista, emigró a Peñarroya- y con él toda la familia- cuando Valentín apenas tenía seis o siete años. No fue a la escuela, recibiendo toda su educación en el campo, y sobre todo, en las minas del Guadiato. En el ambiente revolucionario de la entonces primera ciudad minera e industrial de la provincia, comenzó a trabajar esporádicamente en las minas y sobre todo, por su escasa edad, a repartir propaganda libertaria entre los mineros y obreros fabriles (su padre fue denunciado por este motivo en múltiples ocasiones).

Apenas siendo un quinceañero, comenzó a participar en huelgas y sabotajes. También, durante mucho tiempo, se le atribuyó la voladura de un puesto de la Guardia Civil en la cuenca minera, atentado en el que murieron cuatro guardias civiles.

Llamado a filas para hacer el servicio militar, tras un breve periodo en filas, en Sevilla, fue prófugo y desertor-como castigo fue enviado a Larache, en el Marruecos Español- al menos un par de veces. Gracias a una amnistía se libró de la pena de muerte.

Había trabajado, más que en el campo -pese a su apodo-, en la minería y como arriero en las comarcas limítrofes entre Badajoz, Córdoba y sevilla. Hacia 1930 deja la CNT e ingresa en el PCE. Entonces emigra a Madrid, en donde se emplea como albañil por cuenta propia al frente de una pequeña cuadrilla. Ya entonces se convierte en todo un personaje para los militantes del aún pequeño partido, que mostrará su capacidad de organización, ya dentro de la Segunda República, cuando se produzca la revolución de octubre de Asturias contra el gobierno radical-cedista (republicano de derechas). "El Campesino" intentó la revolución en Madrid y fue detenido y preso durante un año largo, hasta el triunfo del Frente Popular.

Durante la Guerra Civil

Cuando estalla la Guerra Civil se incorpora como miliciano "responsable" y comienza su meteórica carrera militar. Dentro de los militares comunistas del bando republicano, era con diferencia el menos preparado técnica, táctica y culturalmente, pero estas innegables carencias las suplía con su vibrante energía. Los responsables del PCE de entonces lo sabían, y con la ayuda soviética le promovieron con rapidez al frente de distintas unidades "de choque": estuvo al frente de una columna que avanzó por Jaén hasta la campiña de Córdoba, ensañándose en los pueblos de la Loma de Úbeda y, sobre todo, en Bujalance.

Posteriormente, en el frente de Madrid, en el Norte, y durante 1937, sus fuerzas actuaron en todas las batallas que constituyeron las ofensivas nacionales sobre Madrid: Guadalajara, el Jarama y Brunete. Para entonces, la "1ª Brigada Móvil" a la que cantó su comisario político, el poeta oriolano Miguel Hernández, se había convertido en la "División de Choque", su arma -una metralleta- el "Espanzaburros", era legendaria, y su figura (recio, corpulento y barbudo), había sido convertida en un "icono" de la propaganda republicana, quizá el más caracterizado.

Pero para los dirigentes comunistas, cuando en Teruel (ciudad que reconquistan por unos días las fuerzas del "Campesino") se empieza a decidir el curso de la guerra, "el Campesino" empieza a sobrar. Es un "juguete roto". Privado del mando, al parecer Enrique Líster (uno de los militares comunistas más capacitados, pero también, más a las órdenes de Moscú) intentó asesinarle, pero no pudo encontrarlo. Fue el último jefe militar comunista que abandonó España, en un barco pesquero, en marzo de 1939. Tras una breve estancia en Argelia y Francia, fue evacuado a la URSS a través de un barco ruso desde el puerto francés de Le Havre.

Estancia en la URSS



En la URSS se le recibió, en principio, muy bien. Se le reconoció su graduación militar (general de división "de choque") y se le mandó a estudiar a la Academia de Frunzé. Pero pronto, al cabo de un par de años, estaba más que harto de tanta sovietización-, aparte sólo poder hablar en ruso, fue obligado a usar el hombre de "Kommisar Piotr Antónovich"-, de la rígida disciplina militar y fue expulsado por desobediente de la academia.

Entonces comienza su desgracia: hubo de trabajar en condiciones leoninas, picando piedra en las obras del Metro de Moscú y posteriormente, por su actitud, fue detenido, torturado y procesado. En los calabozos de la Lubyanka -sede primero del NKVD y luego del KGB-, comenzó su periplo carcelario. Nada menos que siete años deportado en los peores campos de concentración y exterminio de Siberia: la helada tierra ártica de la Wórkuta, en donde vio morir a miles de presos sepultados en las minas de carbón ; el gulag de Butyrki, el campo de exterminio de Krasnespresia. Con tal de intentar salir, se convirtió en "estajanovista" (preso que trabajaba sin parar), sufrió varios accidentes graves (en uno, en las minas de carbón de la Wórkuta, se destrozó la columna), y finalmente se escapó con otros dos españoles ex-aviadores y presos (Campillo y Lorente) a Irán. Ya en Teherán, los encargados de la embajada inglesa le confundieron con un espía y le entregaron de nuevo a los rusos, que lo mandaron deportado y preso a otro infierno, pero no helado, sino desértico: el gulag de Aschibad, en Turkmenistán, al este del mar Caspio. Allí vio morir a miles de presos como consecuencia de un terremoto -y de que el KGB remató a muchos supervivientes-, y volvió a intentar escaparse con otro preso (un uzbeko, viejo bolchevique). A su compañero de fuga lo mataron, pero él volvió a huir a Irán atravesando las inmensas montañas del norte de Irán a pie. Era 1949. Ya había pasado diez años en la URSS,y de ellos, casi siete preso. Reclamado por un intelectual español del exilio (el trotskista valenciano Julián Gómez "Gorkin"), dio charlas, conferencias (en Francia, Italia, Yugoslavia y Cuba) y escribió -más bien, dictó a "Gorkin"- dos libros: "Vida y muerte en la URSS" y "Comunista en España y antiestalinista en la URSS". También fue entrevistado por el legendario periodista italiano Indro Montanelli.

"El Campesino", hombre nada cultivado y nada intelectual, era un hombre de acción. Intentó la actividad terrorista y propagandista en Italia, Francia y, se dice que en Cuba y Bolivia. Lo único cierto es que en 1961 organizó un pequeño grupo armado de unos treinta hombres con el que intentó invadir España por el Pirineo navarro, concretamente el valle de Salazar, enfrentándose a la Guardia Civil en Orbaiceta y robando a un pastor entre Navascués y Ochagavía, antes de replegarse por el bosque de Irati a la frontera francesa, en donde fueron detenidos.

Esta acción guerrillera la llevó a cabo "el Campesino" con la ayuda de un traficante de armas francés, J.L.Carbuccia, y le costó ser deportado a la isla bretona de Bréhat durante unos tres años. Excarcelado, vivió en la indigencia en Metz, hasta que en 1978 su familia le reclamó y volvió a España.

Sus últimos años los vivió olvidado, pese a su apoyó al PSOE en 1982. Murió en Madrid, con la memoria perdida, el 20 de octubre de 1983. 

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