sábado, 12 de septiembre de 2015

Un mundo multicultural es nuestro obtivo.



Bajo el contexto de la crisis de lxs exiliadxs sirixs que llegan a Europa, la embajadora de Hungría en España, ha dicho en una entrevista en La Sexta, que Europa tiene que pensar en un futuro como quiere que sea su futuro étnico y tras decir esto, se quedó tan pancha, esperando que el periodista le diera la razón, pero este, le preguntó a continuación que si lxs húgarxs son racistas, a lo que ella saltó como loca que si esa pregunta se la hizo también a la representación alemana en España y que estuvo a punto de decir no a la entrevista por la televisión que era.

Vamos a quedar clara una cosa, la mayoría de la población no es racista, es como todas las poblaciones europeas, pero el gobierno que tiene el poder si que es conservador y como todos los partidos conservadores, utilizará todos los artilugios para asegurar el poder de su burguesía y si para eso tiene que hacer políticas racistas y xenófogas, no dudará en hacerlo.

Hablar de etnias en pleno siglo XXI en cualquier parte del mundo, es un sinsentido y más si se habla desde un continente tan mezclado como es Europa y más si se habla desde el centro del continente, como es Hungría. Si queréis ver la diversidad étnica que por ejemplo hay en España ahora mismo, solo tenéis que daros una vuelta por una gran avenida de cualquier población de nuestro país y fijaros solo en lxs nativxs blancxs... si la izquierda quiere cambiar las cosas, tiene que olvidar la etnia del obrero y centrarse en la unidad de clase.

En Europa hay una etnia que ha ayudado a cimentar la cultura que llamamos occidental y que es la gitana y que sigue golpeada, aislada y repudiada y la única manera de que cambien las cosas es que la izquierda integre a la clase trabajadora gitana y luche por sus derechos de clase.

Una Europa multiétnica, un mundo multicultural y anticapitalista, tiene que ser el objetivo que la izquierda se tiene que plantear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario