martes, 29 de enero de 2013

Cambiando la forma de la familia, se cambia el mundo.

Clásicos marxistas

El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado
Friedrich Engels
Alianza Editorial

Declarándome marxista, debo reconocer que nunca había leído nada del que era mano derecha de Karl Marx. Bueno sí, había leído El Manifiesto Comunista, pero es una obra compartida y, sobre todo, un boceto rápido a modo de propaganda para los primeros tiempos de la lucha organizada. Y creo que he corregido mi fallo enfrentándome a una de las obras que ha removido mi forma de ver el mundo.
La obra que ha caído en mis manos es una maravilla del trabajo científico, dado que rompe con toda la cultura conservadora que reinaba en la época en que se escribió el libro. En el libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Friedich Engels hace, primero, un resumen de todos los estudios que han intentado dar respuesta a por qué la familia humana está formada del modo en la que está, para, luego, explicar con sus palabras y las de Marx la evolución que ha sufrido ésta a lo largo de la historia de la humanidad hasta el siglo XIX, que lamentablemente, se puede extrapolar más o menos a los primeros años de nuestro siglo.
Tras leer el libro, queda claro que el Estado y la propiedad privada es la base para discriminar a los grupos menos favorecidos, como son las mujeres y los jóvenes. Se hace una referencia a las dos principales civilizaciones de Europa que son, claro está, la cuna del capitalismo, como podría haberlo sido en otro lugar. Tanto en Roma como en la Grecia clásica, con el aumento del capital, la familia patriarcal tomó el poder; esto dio la vuelta a la situación que había en el estadio anterior para asegurarse que los hijos varones fuesen la cabeza de familia y, por lo tanto, heredaran lo acumulado por su progenitor. Encerraron a la mujer en casa y acabaron con las tribus y demás organizaciones que daban a la mujer el papel predominante en la familia, inventando las clases sociales, en las cuales, solo se miraba el capital. Desde entonces, los hermanos se convirtieron en enemigos.

La familia patriarcal representa todos los demonios de esta sociedad, pues una sola persona acumula todo el poder, dominando al resto; es por ello que todo Estado la defiende y está en contra de cualquier otro modelo de familia. Por ello, los que nos consideramos anticapitalistas debemos luchar contra dicha familia y crear, en la medida de nuestras posibilidades, otros tipos de convivencia, dado que según Engels, si cambiamos la familia patriarcal por otra más democrática, cambiaremos el Estado y hasta lo destruiremos.

Últimamente, con la llegada al poder del PSOE y la aprobación de la ley del matrimonio homosexual, la derecha española, de la mano de la conferencia episcopal nacional, está haciendo una campaña brutal a favor de la familia patriarcal; este furibundo ataque a los derechos de las minorías es un sello de la derecha mundial, que tiene como banderín de enganche a la ex gobernadora de Alaska, y que, como ya he dicho líneas arriba, solo pretende cimentar el poder del estado capitalista para que todo siga igual.

Como conclusión os invito a leer El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, ya que nos hará comprender que la lucha de la mujer es también la lucha de los hombres, puesto que renunciar a la familia tradicional es abrir la puerta al futuro, a la verdadera libertad del ser humano.

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