miércoles, 19 de noviembre de 2014

Tenemos que ser nosotrxs lxs que decidamos como queremos la energía.



La lucha contra el fracking es la lucha contra la locura del capital, contra la locura de ganar y ganar más dinero y crecer cada día, algo que está en contra del sentido común y de la ley de la naturaleza.
El fracking es la prueba de que el capital ya no puede dar marcha atrás en su carrera por ganar más dinero tras haber agotado todos los depósitos de petróleo, gas y demás combustibles fósiles, sin que haya un mañana y destrozando el medio ambiente y los derechos laborales d...e la clase
destrozando el medio ambiente y los derechos laborales d...e la clase trabajadora.
 

La lucha contra esta locura, que es el fracking es además, luchar contra las guerras que asolan el planeta, como las guerras de Ucrania, Sudán del Sur y Oriente Medio, donde en el fondo, lo que subyace es la necesidad de las grandes empresas multinacionales tanto de EU, como de EEUU, Rusia o China, para acaparar todos las fuentes de energía del planeta y así dominar los mercados y los gobiernos. Dichas multinacionales, presionan a todos los gobiernos de la tierra para que sigan apoyando el uso de combustibles fósiles y así mantener por siempre el Status Quo para ganar dinero sin fin, aun sabiendo que esto es imposible y que algún día se acabarán y nos llevarán al final a una gran crisis energética temible, pero claro, el sistema capitalista, no puede parar de producir ganancias sin control, sabiendo que esto, destrozará el medio ambiente y que será el principio de su propio fin.
 

Pero al mismo tiempo, el sistema capitalista, ya está pensando en usar los combustibles ecológicos para generar dividendos enormes avasallando del mismo modo que con los combustibles fósiles: varias empresas alemanas y francesas, están pensando en construir enormes extensiones de paneles solares en el Sáhara para abastecer a Europa, desalojando a los pueblos indígenas que allí viven y sin pagar a las naciones en donde irían los paneles solares.
Luchar contra el fracking es luchar porque la gente desde abajo, decida como quiere que sean sus fuentes de energía, es empoderarse y exigir que la energía que utilizamos en nuestras casas, empresas y demás, sean limpias y respeten el medio ambiente y los derechos laborales, porque vivimos en una roca y queremos conservarla para los que vengan en un futuro, verde y sano.

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